RESEÑA: Las niñas desaparecidas

¿Sabes que esta escritora española estuvo a un voto de ganar el Nobel de literatura?


¿Quién es Concha Espina? Pues, vergüenza me da, pero no había oído ni hablar de ella. Escritora española coetánea de la llamada generación del 98, la describen como una de las mentes más preclaras de la literatura española de la primera mitad del siglo XX.

preclaro, ra. Del lat. praeclãrus. Adj. Esclarecido, ilustre, famoso y digno de admiración y respeto.
(Según el diccionario de la RAE.) Pues vaya, casi nada.

Reconocida por las instituciones, también por las internacionales puesto que fue candidata al premio Nobel en tres ocasiones, 1926 (perdió por un solo voto), 1927 y 1928, fue poeta, dramaturga, periodista y novelista compulsiva. Se dice que murió escribiendo un artículo a los 86 años. Varias de sus obras fueron adaptadas para el teatro y el cine.

Investigando un poco quien fue, lo que más me ha gustado de Concha Espina es que fue una autora muy popular. Su primera novela, La niña de Luzmela, tuvo tanto éxito que el pueblo en el que se inspiró, adoptó este topónimo a partir de entonces.

Hasta tal punto llegó su fama que cuando murió hubo que cortar la calle de Alfonso XII porque la gente no cabía en los alrededores de la casa. En cambio ahora es una escritora olvidada. Unos al morir suben en reconocimiento y popularidad y otros entran en una especie de limbo más o menos largo. Creo que merece una revisión a fondo.

La obra de Concha Espina se guió por dos ideales, la religión católica y la hispanidad,  y ambos aparecen muy vivos en sus novelas. Estas dos pequeñas novelas o cuentos largos (no sé muy bien como definirlo) así lo demuestran. 
Las niñas desaparecidas es una alerta, una llamada de atención a la sociedad española, en que muchas niñas se hacían mujer en conventos donde el pudor y la religiosidad enterraban toda la femininidad. 

       ...“Pero al mundo se le extingue su carne de pura infancia. Cuando la necesita sólo encuentra mujeres vestidas de corto, suplantadoras artificiales de la inocencia. Así es que se asaltan los Conventos en busca de las pobres niñas que no parecen (...) Tenemos niñas pequeñas y mayores, algunas conservadas hasta la senectud como animales raros, para que no se agote la excelsa niñez humana.” ...

Espina reivindica como nadie (teniendo en cuenta su época) el derecho de la mujer a ejercer su vida, tanto pública como privada. Pero en la novela también aparece una profunda adoración a las convicciones católicas. Esta dualidad es un reflejo de su vida, católica practicante y divorciada que cree en la igualdad de la mujer pero no es feminista.

        ...“Aquí sólo nos enseñan «labores propias de nuestro sexo», mezcladas con himnos al Espíritu Santo... para que nos inspire...” ... 


El segundo Llama de cera, también es un fino análisis psicológico de “interiores” tan característico de muchas de las obras de la autora. Destaca el autoritarismo de los hombres incultos y la puñetería de las mujeres y el poder de las habladurías, y es en esta novela donde más encuentro esa España de pueblo, tan típica de las películas de Berlanga. 

        ...“Le llamaron «señor Manuel» en el Cabañal; tenía fama de gran soldado, aventurero y ricachón, y la juventud de la aldea le rendía sus homenajes, de acuerdo con los contemporáneos del antiguo pastor, hasta el punto de que una amiga de la niñez le ofració su sobrina por esposa.” ...

Y, aparte de descubrir a una gran autora española de primera mitad de siglo, lo que me emocionó fue la edición del libro en sí. Te cuento, al conocer a Concha Espina busqué su libro más conocido La niña de Luzmela, pero no disponían de él en la biblioteca, así que me contenté con el único que tenían en préstamo de esta autora. Era un libro con dos pequeñas novelas. 
Al ir a buscarlo, recogí además del libro, una gran sorpresa. Te habrás fijado que no he puesto la foto de la portada como habitualmente hago, y es que la edición que me dieron tenia una portada de cartón color marrón y sin nombre ni del libro ni del autor. Solo figuraban en el lomo, y en pequeño. Las páginas eran ya de color amarillo con manchas más ocres y el olor a rancio tan característico de los libros viejos que hace tiempo que no se abren ni se leen. No sé si era una primera edición, no figuraba en ninguna de sus páginas. Lo que sí encontré fue una targeta de la biblioteca en que figuraba que lo habían prestado por primera vez en noviembre de 1945. Todo un hallazgo, ya ves. 

Encontrar autores y 

descubrir tesoros en forma de ediciones antiguas


La época y la autora marcan este libro. Aunque no es el tipo de literatura que prefiero leer en estos momentos, me ha gustado. Su sabor a antiguo va a quedar en mi memoria.


Título: Las niñas desaparecidas y Llama de Cera
Autor: Concha Espina
Editorial: Renacimiento
Idioma original: Español
Páginas:  208
Año publicación original: 1927
Año publicación esta edición: ????


    

Comentarios

  1. ¡Hola! Una autora con una historia bastante curiosa y peculiar, y un final más bien triste. En fin, que yo tampoco la conocía, pero también me animaría a leerla.
    Besoss ♥

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    1. Hola Valeria, siempre es interesante descubrir autores nuevos, y con ese trasfondo más. Besos

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  2. ¡Hola! ^^
    Me suena mínimamente, lo más seguro que de cuando estudiaba literatura en bachillerato (hace como mil años jajaja) Pero no he leído nada suyo, a decir verdad no me llama demasiado la atención :(
    Coincido totalmente en que hay artistas (o profesionales de cualquier tipo) que tras su muerte se convierten en olvidados, es una pena.
    ¡Nos leemos a la sombra! ^^

    Alba | A La Sombra Del Arciano

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    1. Hola Alba, pues yo ni en la época juvenil la había oido nombrar. Y supongo que como a Concha Espina, muchos. Besos

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  3. Es una autora muy desconocida, aunque la verdad es que yo leí ya en 1981 Un valle en el mar y La esfinge maragata. Siendo yo de León, no podía dejar pasar esta novela ambientada en un precioso pueblo de la maragatería leonesa, Castrillo de los Polvazares donde está la casa en la que vivió mientras estuvo allí y hay también una placa de homenaje. Luego he venido a vivir a Cantabria, la tierra de Concha Espina y he estado en su pueblo y en su casa. Ayer precisamente, paseando por Santander, he visto una casa que tiene un trampantojo con caras de escritores ligados a Cantabria y allí estaba la de Concha Espina.
    Tiene esa doble faceta de muy religiosa, pero a la vez reivindicativa de la mujer, que la saca de toda clasificación y etiqueta. Me ha encantado leer sobre una autora tan fuera de lo actual.
    Un beso.

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    1. Hola Rosa, pues sí que tiene lo que decimos "doble moralidad" muy religiosa pero muy reivindicativa a la vez. No sé porqué las dos cosas no pueden ir juntas. Fíjate en Sor Caram, un ejemplo de persona religiosa, reivindicativa y muy moderna. Besos

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  4. Hola Isabel, muy cerquita de casa tengo una calle que se llama Concha Espina. Sabía muy poco de ella y tu entrada de hoy me ha venido genial. Vaya título el del libro, me has picado la curiosidad. Gracias por el aporte tan interesante. Besos

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    1. Marisa, lo más interesante y sorprendente, fue que en la biblioteca me entregaran esa preciosidad de libro antiguo, del que ni la editorial existe ni se sabe en que año se editó. Besos

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