RESEÑA: Luz de febrero
¿donde está la acción? ¿es que en este pueblo nunca pasa nada? Habitualmente un libro se hace atractivo cuando hay acción y te obliga a girar página para ver qué ocurre. En Luz de febrero , no hay acción, de esa de asesinatos o viajes, tensión y miedo o incluso carreras de coches. Pero ¿quien la hecha en falta? Éste es un libro donde la cotidianeidad es la gran protagonista: ésta es la acción, la vida misma. Strout no tiene reparo en detallar minuciosamente, no sólo una situación diaria que aporta poco o nada en la vida de un pueblo, sinó que te describe el mundo interior de cada uno de sus personajes. ...“La verdad era que Olive no entendía por qué la edad había traído aquella insensibilidad hacia su marido. Pero era algo que parecía incapaz de evitar, como si el muro de piedra que había serpenteado entre ellos en el curso de su largo matrimonio -un muro de piedra que los había separado pero que también les había produrado inesperadas incursones a través de aberturas cáli