RESEÑA: El hombre que amó a Eve Paradise
SINOPSIS DE LA EDITORIAL
La famosa actriz de cine mudo Eve Paradise ha tenido poca fortuna en el amor: en los últimos cuatro años todos sus amantes han sido truculentamente asesinados. Su pesadilla parece terminar cuando es detenido Amós Zambrano, un oscuro emigrante español que trabaja en un espectáculo de variedades.
Pero el juicio también sacará a la luz buena parte de su vida anterior: el rodaje de la última película muda en Chicago -verdadera meca del cine hasta que la industria se trasladó a Hollywood-, sus indecentes relaciones con muchachos jóvenes, su escandalosa participación en el show del hipnotizador Donovan o su vinculación familiar con Ritchie Sandino, un mafioso en la órbita del mismísimo Al Capone.
El hombre que amó a Eve Paradise, galardonado con el Premio Ateneo de Sevilla, es un relato de besos y tiroteos en el Chicago de la Ley Seca: una clásica novela negra que sin embargo revela aspectos inéditos sobre el primer asesino en serie -anterior a Jack el Destripador- o la casi desconocida emigración española a Estados Unidos a principios del siglo xx.
Título: El hombre que amó a Eve Paradise
Editorial: Algaida Editores
Idioma original: Castellano
A veces un libro llega precedido de tantas recomendaciones que una entra en sus páginas convencida de que descubrirá una lectura extraordinaria. El hombre que amó a Eve Paradise fue uno de los tres elegidos por el blog No solo leo para el reto Serendipia Recomienda 2024. Fue muy elogiado en el blog, lo que generó en mí unas altas expectativas.
Sin embargo, desde los primeros capítulos me encontré con una novela extensa y densa, de lectura esforzada. Cada capítulo cambia de escenario, de voz o de tiempo, y en lugar de generar intriga o progresión narrativa, esa fragmentación terminó alejándome de la historia. Me costó entrar, me costó seguir el hilo, y no ha sido hasta el final cuando la historia tiene sentido, aunque, para entonces, el desenlace resultaba completamente previsible.
Edmundo Díaz Conde crea una atmósfera sugestiva, casi cinematográfica. Hay misterio, hay sombras, hay ecos de leyenda alrededor de la figura de Eve Paradise, una mujer convertida en símbolo. La ambientación es quizá lo mejor del libro: escenarios bien construidos, un tono melancólico y elegante, y un aire de obsesión que podría haber dado lugar a una gran novela. Pero bajo esa envoltura, he encontrado poco contenido real. La historia avanza sin avanzar, los personajes orbitan alrededor de una idea más que de una emoción tangible, y el conjunto, aunque vistoso, resulta sorprendentemente vacío.
Es, en definitiva, una novela de atmósfera más que de trama. Puede cautivar a lectores que disfrutan del estilo por encima del fondo, de las frases sugerentes y los escenarios simbólicos. En mi caso, la belleza ambiental no ha compensado la falta de profundidad emocional ni la sensación de estar avanzando sin llegar a ninguna revelación significativa.
Quizá el gran problema de este libro no sea lo que es, sino lo que promete. Llegué a él esperando una historia extraordinaria, y me he encontrado con una novela correcta en forma, pero fría en el fondo. Una experiencia lectora que me ha dejado más en el terreno de la reflexión sobre las expectativas que en el del auténtico disfrute narrativo.
Un libro que brilla por fuera, pero que, en mi lectura, se ha quedado muy lejos de deslumbrar.
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