RESEÑA: Matar a un ruiseñor

Premio Pulitzer en 1961, mejor novela del siglo XX según los libreros americanos, traducida a más de 40 lenguas y con más de 40 millones de ejemplares vendidos. Esta es la carta de presentación de “Matar a un ruiseñor”, no la puede haber mejor. Un imponente clásico vaya.

Justo un año después Robert Mulligan hizo una espléndida adaptación cinematográfica donde Gregory Peck ganó un Oscar al mejor actor por su papel de Atticus Finch.

Dos protagonistas infantiles, Jeremy (Jem) y Jean Louis (Scout), para una novela cuyo tema nos remite a la América profunda de la discriminación racista, prejuicios y apariencias sociales de los años 40. Desde la mirada personal de una niña de 8 años, Scout, la novela es un valiente relato de los problemas y la falta de justicia para la gente negra. El alegato de Atticus, padre de los niños protagonistas, defendiendo a un negro de un delito, que aparentemente no ha cometido, es un llamamiento de la autora a la cordura y el sentido común para toda la sociedad americana.

… “Sabéis cual es la verdad, que es esta: hay negros mentirosos, negros sin moral y hay algún negro que persigue a las mujeres de los otros (tanto blancas como negras). Pero esta es una verdad aplicable a toda la raza humana” …

Escrito con gusto exquisito, su estilo fresco e inocente, calificado por la revista Time de “brillantez táctil”, hace que pueda ser también, una gran novela juvenil. Su talento para contar historias con el trasfondo en la pérdida de la inocencia y la creación de valores para llegar a ser un adulto, aparecen en el personaje de Jem, junto con la incomprensión de Scout al ver que está perdiendo su compañero de juegos porqué se hace mayor.

… “Nada Jem, a mí me parece que solo hay una clase de personas: las personas” …

Describe con genial ironía, las situaciones que genera la aparición de la tía Alejandra de los niños en escena, cuya moral es contraria a la forma de educar de Atticus a sus dos hijos, totalmente liberal para la época y que se aparta de los valores tradicionales del pueblo. La autora rompe una lanza a favor del personaje, haciendo que, pese a llevar la contraria a todos sus vecinos, éste es una persona muy respetada en la comunidad precisamente, por eso, por sus valores.

… “Nunca llegarás a entender realmente a una persona hasta que consideres las cosas desde su punto de vista… Hasta que te metas en su piel y camines con ella” …

Lee pasa por las cuestiones de las castas de la América profunda, los prejuicios y las apariencias, tan importantes y básicas para la sociedad, de una forma que parece totalmente casual. Es como si fuera un complemento a la discriminación racista, que aparentemente es el tema principal de la novela. Sin embargo, este es un tema latente en toda la trama, en que la autora da una bofetada a todos sus vecinos (reales), página tras página.

…”no entendí nunca que se preocupara tanto por la cuestión hereditaria. Yo siempre había entendido que la gente de bien eran personas que tenían un comportamiento sensato, pero la tía Alejandra opinaba, aunque no lo expresara por caminos tortuosos, que una familia era mejor cuanto más tiempo hacia que ocupaba el mismo trozo de tierra” …

El libro tiene muchos rasgos autobiográficos: Harper Lee nació en Alabama como Scout, su padre era abogado como Atticus, creció jugando con Truman Capote que como Dill el personaje amigo de Scout, veraneaba en el pueblo y les contaba historias, el apellido de soltera de su madre era Finch, y la historia de Tom Robinson (el hombre negro acusado de la novela) se basa en una historia real en que una mujer blanca acusó a un negro de haberla violado y fue el periódico del padre de Lee quien cubrió el caso. 

Pese a ello, Harper Lee siempre ha dicho que esta novela no es autobiográfica, sino hizo lo que todo autor debe hacer, que es escribir sobre lo que conoce y hacerlo de manera sincera. 

Y así lo hizo, tanto que después de esta novela no escribió ninguna más. Recientemente se ha editado una segunda novela, “Ve, y pon un centinela”, pero esta secuela fue escrita anteriormente a “Matar a un ruiseñor”, y no se ha publicado hasta ahora, puesto que el manuscrito se perdió y no encontró hasta el 2015 en que se publicó.

Los valores que defiende esta novela, solidaridad, justicia, amistad y lucha contra prejuicios sociales, siguen tan vigentes como entonces. Seguro que el éxito de la novela ayudó al impulso del movimiento de los derechos civiles y la lucha por la igualdad. 

Aunque solo sea por eso, se merece mi puntuación máxima de cinco plumas.

Título: Matar un rossinyol (To kill a mockingbird)

Autor: Harper Lee

Editorial: Edicions 62

Idioma original: català

Traductor: Xavier Pàmies

Idioma de traducción: català

Pàginas:  366

Año publicación original: 1960

Año publicación esta edición: 2015