RESEÑA: Un cadáver en la mansión Sainsbury

Vaya, nunca hubiese pensado que el asesino fuese ...
Pero si yo pensaba que era ..... quien había matado a .....


Así es como creo yo que tienen que ser las novelas negras de misterio. Y esta historia tiene un final nada previsible, con una trama impredecible que se resuelve en las últimas cinco páginas de la novela. 

Estupenda edición ilustrada cuidada al detalle, con un magnífico prólogo de Juan Mari Barasorda, de un libro descatalogado en España desde hacía más de 80 años. A destacar los excelentes dibujos de los personajes y que te sumergen en el glamour de Londres, en los felices años 20 después de la Primera Guerra Mundial, en la década de la frivolidad y el placer.

Los años 20 son los inicios de la novela procedural, que no se desarrolla teniendo como protagonista al asesino o la víctima, sinó al detective que, con su investigación policial, irá desenmarañando la trama hasta llegar al desenlace, en este caso totalmente inesperado para el lector. Novela con buen ritmo, de prosa ágil y sencilla y diálogos cuidados. Mantiene una trama retorcida bien desarrollada, con un cadáver ya en la primera página, personajes que tienen algo que ocultar y un asesinato que resolver.

Londres era en aquellos tiempos la ciudad más populosa, la más moderna, en la que las mujeres empezaban a ser protagonistas de su vida, aunque las costumbres y el qué dirán continua teniendo su vigencia.
Y así, la autora pone mucha atención a las protagonistas femeninas que aparecen en la novela, dándoles esta doble moral en los papeles de Ann Gissburn y Edith Sainsbury, como mujeres independientes, cultas y viajeras y en los papeles de Carin Markham y su madre como mujeres ancladas en las costumbres pasadas, que viven de cara a la galería, donde la educación, la posición social y el saber estar es lo más importante.

 ..."¡Sus preguntas resultan absolutamente impertinentes, inspector jefe! -gritó la Señora Markham encolerizada-"...

Mención especial merece el inspector Pointer, que tuvo un éxito fulgurante desde su primera aparición, y aparece como protagonista en más de veinte novelas. Otro detective le hizo sombra, Hércules Poirot, protagonista de más de treinta novelas de Agatha Crhistie.
La verdad es que encuentro muchas similitudes entre ambos: estilos muy cuidados, frialdad en sus deducciones, siempre impecables y corteses, que adoran el método y el orden y claro, con bigote. Quizá Pointer tiene un "fair play" que le falta a Poirot, pero que éste suple con creces por el cariño que como lector se le coge por ser un personaje completamente humano y próximo.

..."Los demás de la sala sintieron que los había olvidado por completo. En ese momento parecía el oficial de policía que era, y simplemente eso. Eficiente, imparcial e immutable. No obstante, su rostro se había tornado aún más serio. Era su deber, y la meta por la que trabajaba"...

Aún hoy se desconoce la identidad de A. Fielding, autora de más de 25 novelas y exponente de la Golden Age, en que un gran número de escritores y escritoras aportaron grandes novelas de misterio. Qué decir de Agatha Christie y P.D. James, además de E.C. Bentley o Émile Gaboriau entre otros.

¿aconsejable? Totalmente, siempre es un placer leer un libro de la Golden Age, época dorada de la novela policíaca de principios del siglo XX. Y no hace falta leer a Agatha Christie para leer una excelente novela de misterio.

Título: Un cadáver en la mansión Sainsbury (Murder at The Nook)

Autor: A. Fielding

Editorial: Editorial dÉpoca

Traducción: Rosa Sahuquillo Moreno y Susana González
Idioma de traducción: castellano

Pàginas:  264

Año publicación original: 1929

Año publicación esta edición: 2019