Pero no solo en el espacio. Vamos a viajar también en el tiempo, al periodo de entreguerras, a los felices años 20, o LOCOS AÑOS 20 como también los llaman algunos.
Locos porqué fue la época del despilfarro debido a la prosperidad que reinaba en Occidente después de la primera guerra Mundial, especialmente en Alemania, Francia y Reino Unido, si nos quedamos en Europa, Estados Unidos si nos alejamos más.
Esta prosperidad generó lo que llamamos una burbuja especulativa que finalizó con el jueves negro de 1929 , con el inicio de la Gran Depresión.
Pero volvamos a esos años de esplendor, de gasto y locura, y vamos a viajar a la costa, a la RIVIERA, desde Marsella, en la costa francesa y acabando en la Spezia en la Riviera Italiana.
Recortamos nuestras faldas, alargamos los collares, nos quitamos el corsé y nos encasquetamos el sombrero. Y con esta indumentaria tan chic y fumando un cigarrillo en una boquilla de 20 centímetros, empezamos el viaje de la mano de Klaus y Erika Mann.
¿que no saben quienes son? Hermanos inseparables, nada más y nada menos son los hijos del gran Thomas Mann. No te asustes, no tienen el estilo de su padre, ni escriben los "tochos" (aunque excelentes) que escribió su padre. Ellos son los HIJOS, y como tales viven del dinero de papá, de los amigos de papá y del mundo intelectual de papá, con lo que gozaron del máximo de libertad de ideas que la época les permitió. Vamos, pues, a disfrutar de la Riviera de la mano de estos "enfants terribles".
Y a pasarlo bien, puesto que estoy convencida que ellos escribiendo este libro se divirtieron a rabiar puesto que en todas las páginas desbordan un agudo sentido del humor. Hacen de esta peculiar guía por la costa una divertida incursión por balnearios, casinos y hoteles, restaurantes, tiendas de moda, callejones y burdeles. Todo sitios donde gastar dinero.
..."Muy recomendable: el Grand-Hôtel et des Bains (dirección Sanary), algo pijo pero con una gestión muy eficaz, con bonitas vistas al mar, un jardín maravilloso y una pista de tenis (60-70 fr. pensión completa) (Nota: giran la cabeza cuando pasa una señora en pantalones por el comedor)."...
Bueno, a veces se acuerdan que algunos de sus lectores puede que no tengan una economía tan boyante como la suya y recomiendan algún modesto hotelito donde alojarse. Y nos olvidamos de visitas culturales, que para eso estamos de vacaciones (aunque sea en pleno invierno).
Te aclaro que este libro se publicó en la colección "Lo que no se lee en la Baedeker": las Baedeker eran guías de viajes totalmente impersonales y objetivas, así que ya sabes que vamos a alojarnos y a comer en sitios un poco distintos (eso sí como príncipes ya que ambos hermanos eran amantes del lujo), pero siempre con el ánsia de experimentar en lugares poco convencionales. Así la Riviera para los Mann fue un paraíso sin prohibiciones.
Después de la primera guerra mundial la aristocracia y la rica burguesía acudía a la costa a pasar largas temporadas, con lo que los grandes hoteles y grandes casinos hacieron como setas en la costa francesa e italiana.
..."La magia mundana, la comodidad burguesa, el deporte, la buena comida y el bacará son las grandes atracciones, pero la atracción más importante es no hacer nada. La Riviera legitima este dolce-far-niente, ni siquiera se requiere estar enfermo."...
Todo encaja para que esta pareja dedique al lugar un poco de su atención y escriba sin remilgos, en tono de gamberrada controlada, lo que hacer cuando visitas los diferentes pueblos que conforman la Riviera.
Mitad guía, mitad chisme, los hermanos Mann bordean la legalidad de la época, escribiendo situaciones en los burdeles y los casinos no del todo ortodoxas.
..."La vida nocturna que ofrece Toulon se concentra en el Quartier Privé (el barrio de las putas...) que no es tan romántico y magnífico como el de Marsella, pero quizás posee un encanto más íntimo."...
Y para alejarse aún más de las guías tradicionales, la descripción de los lugares es tan incómoda que no sabes si los estan elogiando o ridiculizando: un lugar bastante lindo, unas vistas especialmente monas, un bar de esos que llaman sitio ameno, ... y no voy a seguir porqué reescribiría el libro.
No perderse la descripciones que hacen de la cocina y los platos de la zona.
..."La bullabesa es esa sopa picante en la que flota todo y si tiene suerte encontrará una langosta"...
Pese a tener momentos divertidos, cargados de ironía, y pese a la originalidad como guía de viajes, la verdad es que a veces esas largas listas de hoteles y calles con tiendas de moda, el libro se llega a hacer un poco cansino. Ser jóven, mimado y famoso sólo te garantiza el éxito en tu época.
Sus pocas páginas te garantizan el que no lo dejes a medias, y al final ves la recompensa a lo leído.
Una guía de viaje poco ortodoxa y divertida
Título: El libro de la Riviera (Das Buch von der Riviera)
Autor: Erika Mann y Klaus Mann
Editorial: El Nadir ediciones
Idioma original: Alemán
Idioma traducción: Castellano
Traductor: Birka Lucke
Páginas: 126
Año publicación original: 1931
Año publicación esta edición: 2009
¡Me encanta! Convencida, no remoloneo hoy, me la llevo directamente 🤗😉💋
ResponderEliminarToda una curiosidad de guía de viajes. Besos
EliminarPues me parece genial irme no solo del sitio sino también de la época. Oye, pues mira qué bien, a vivir la vida loca. Nunca he conseguido leer entera la famosa Montaña, a ver si con los retoños me va mejor. Seguro.
ResponderEliminarBesos
Nada que ver, ni el tema ni la forma de escribir. Besos
EliminarEsos niños bien paseando por la Riviera en el periodo de entreguerras me han traído a la memoria Suave es la noche de Scott Fitzgerald, maravillosa novela.
ResponderEliminarDe Thomas Mann leí Los Buddenbrook y Muerte en Venecia, pero he sido incapaz de leer La montaña mágica a pesar de haberlo intentado dos veces. No sé si animarme con los hijos. El que el libro sea como una guía de viaje, por muy peculiar que sea, no me termina de animar. Pero ahí queda por si en algún momento me apetece.
Un beso.
Tiene sus momentos. Lo ideal sería leerlo con un mapa delante e ir buscando los sitios que nos recomiendan. Entretenido. Besos
EliminarHace años, muchos años, trabajé en una agencia de viajes y todavía recuerdo las guías de viajes, las listas de hoteles, las listas de embarque y alquileres... y me trae buenos recuerdos. No sé si el libro me resultará cansino o no pero tengo que leerlo. Aunque solo sea por los viejos tiempos.
ResponderEliminarBesos,
Hay algún rato que sí cansa un poco, pero luego te lo compensa con un comentario irónico. Besos
EliminarUis, este se me apetece. De Mann, no sé por qué, estoy escuchando hablar mucho y siempre sobre La montaña mágica. lo mismo es una señal. Gracias por la reseña. Besos
ResponderEliminarMann es una cosa, y los "niños" Mann otra muy distinta. Son unos frívolos !!!!! Besos
Eliminarno lo conocía pero no termina de llamarme la atención, esta vez lo dejaré pasar.
ResponderEliminarGracias por tu interesante reseña, pues aunque no pienso leerlo, me gustó conocerlo a través de tu post ^^.
Gracias a ti por comentar. Besos
EliminarBuenas tardes, Senyoreta Buncle:
ResponderEliminarMe fascina el libro o guía que nos presentas en esta ocasión por varios motivos, el principal por la época que describe. Por supuesto que me lo llevo. Te agradezco un montón que me lo hayas dado a conocer. Qué diferente de La montaña mágica, será curioso contrastar la narrativa.
Un abrazo y feliz comienzo de semana!!
Los locos años 20 debían ser muy distintos para los que disfrutaban de buena posición o los que tenían que ganarse la vida. Vivirlos con dinero, divertidísimo. Besos
EliminarHola Senyoreta, pues la verdad es que no he leído al padre y quizá me pican más los hijos... aunque tendré en cuenta esa "pereza" que entra al final de tanto hotel y tanta historia...
ResponderEliminarUn besazo
Es una lástima que muchos de los hoteles que describe el libro, ahora ya no existen. Es lo que tienen las guías de viaje, que en seguida se tornan obsoletas. Besos
Eliminar¡Qué chulada! Gracias por descubrirnos esta maravilla. Besos.
ResponderEliminarGracias a ti por pasarte por el blog y leer la reseña. Besos
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