Sin hijos, sin marido, eres un fracaso de mujer
¡¡Cuantos padres querrían que su hijo con 36 años, viva por su cuenta, tenga un trabajo fijo desde hace 18 años y no dé problemas!!!
Pues en Japón que una chica viva sola, sin pareja ni hijos y trabaje por horas en una tienda 24 horas, es una FRACASADA.
La pena es que hay muchos países anclados en esta manera de pensar. En nuestra sociedad, que aparenta tan moderna, estoy convencida que aun hay mucha gente que piensa que las mujeres debemos estar bajo la protección de un marido y solo servimos para procrear y cuidar de la familia.
...“Era raro que una mujer de mi edad no tuviera un trabajo estable ni estuviera casada, lo sabía porque mi hermana me lo había explicado.” ...
La dependienta es una novela breve y concisa en su trama que refleja perfectamente el modo de vida y las condiciones sociales en Japón.
Japón es un ejemplo de modernidad, de adelantos tecnologicos, de país activo, capaz de sortear cualquier obstáculo que se le ponga en el camino y capaz de levantarse de cualquier catástrofe (no hace falta que os diga cuales, ¿verdad?)
Pero también es un país muy convencional, con valores profundamente arraigados en cuanto a las relaciones familiares, laborales y sociales.
A los extrangeros nos cuesta entender todos los códigos morales y costumbres de los japoneses. Aspectos como el autocontrol de sus sentimientos, su disciplina, el honor a la jerarquía, su perfeccionismo, el profundo respeto por los demás o el guardar las apariencias en público.
Desde pequeños, los japoneses aprenden que la externalización de los verdaderos sentimientos y emociones es incorrecto. Incluso tienen dos palabras para diferenciar los sentimientos y pensamientos verdaderos que tienen que ocultar, HONNE, y otra palabra para el comportamiento en público, TATEMAE, traducida como posición o actitud pública.
En Japón quien se sale del guión es RARO, y Keiko Furukura para no salirse del guión necesita de unas normas escritas que sólo encuentra en el trabajo en la tienda, en un Konbini, una tienda 24 horas. Lo único que desea es no llamar la atención, puesto que, cuando era pequeña y hacía algo que creía correcto siempre era amonestada por sus mayores. Así aprendió a callar, a ser políticamente correcta, a no relacionarse, a no sobresalir, a INTENTAR SER NORMAL.
...“Me limitaba a imitar a los demás y a obedecer órdenes, pero dejé de actuar por mi cuenta.” ...
El konbini le ofrece el Manual del Empleado, y es en la tienda que ella encuentra su oasis donde no tiene que luchar para ser normal, sinó tan solo seguir las instrucciones. Con el tiempo se convierte en una mujer que no sabe desenvolverse fuera de las paredes de la tienda, pero no te voy a contar más. Tendrás que descubrir esa llamada de atención que la autora nos hace sobre la libertad del individuo y la manipulación de las masas que se acoplan a los convencionalismos como medio de vida.
...“Yo solo pensaba en volver a la tienda cuanto antes. Allí las cosas no eran tan complicadas, lo más importante era que todos los empleados fuéramos a la una. Independientemente de nuestro sexo, nuestra edad o nacionalidad, al ponernos el uniforme nos convertíamos en «dependientes» y ya no había diferencias entre nosotros.” ...
Con su décima novela, Murata ganó el prestigioso premio Akutagawa en 2016. Ha vendido más de 800.000 copias en Japón y en 2018 se tradujo al inglés, lo que supuso su debut en el mercado internacional y revolucionó el mundo literario anglosajón. Es la nueva voz de la literatura japonesa, que está intentanto dar alas al nuevo movimiento feminista que se está expandiendo en el país.
Una historia muy simple
con un tema muy complejo
Bella novela, peculiar y profunda. Una forma brillante de tratar los convencionalismos, un relato sobre las expectativas de la sociedad japonesa hacia las mujeres solteras.
Título: La dependienta (コンビニ女性)
Autor: Sayaka Murata
Editorial: Duomo Editorial
Idioma original: Japonés
Idioma traducción: Castellano
Traductor: Marina Bornas
Páginas: 162
Año publicación original: 2016
Año publicación esta edición: 2022 (8ª edición)
A mí también me ha gustado mucho y, aunque parece una lectura ligera, tiene un trasfondo tremendo. Muy recomendable.
ResponderEliminarBesos.
El tema de la mujer. Qué lástima que siga siendo tan actual. Besos
EliminarUna lectura que me ha permitido leer algo totalmente ajeno a lo que normalmente leo. Buen trabajo. Besos
ResponderEliminarYo tampoco soy de mucha novela japonesa, sin embargo ésta me ha gustado bastante. Habrá que dar oportunidades a otros géneros. Besos
EliminarTodavía hay sociedades muy ancladas en el pasado, en convencionalismos y en estereotipos. Japón es una de ellas pero España tampoco va a la cabeza de la modernización. Un tema que se debería escribir más, de hecho, en muchas novelas que estoy leyendo dan por sentado que por no tener hijos eres una persona incompleta o inacabada, como que la plenitud absoluta de un hombre y una mujer es tener hijos y estar casada. No sé, hay que ir evolucionando y la literatura sería un buen camino de ello, pero me estoy encontrando todo lo contrario.
ResponderEliminarUn besazo,
Así es. Los convencionalismos no sólo son japoneses. Pertenecen a todas las sociedades. Gracias por comentar. Besos
EliminarHola Senyoreta, la verdad es que la cultura japonesa, la oriental en general, me llama la atención. Es tan completamente diferente a la nuestra... Esta novela la había visto ya por otros blogs, supongo que en algún momento me haré con ella.
ResponderEliminarUn besazo
Cierto, la cultura oriental es muy distinta a la nuestra, pero los estereotipos son los mismos en todas partes. Besos
EliminarUna novela que me fascinó, conquistó y enamoró. La literatura japonesa, asiática, tiene una cadencia y se toma un tiempo que la occidental no tiene.
ResponderEliminarBesos 💋💋💋
La literatura japonesa está en modo zen. Je je. Besos
EliminarHola!! si, aún sufrimos por cada cosa que a la actualidad ya no tienen sentido. El no tener hijos y creer que por lo mismo eres alguien incompleto, que te digan eres una solterona de manera grosera, de verdad la sociedad no prospera y quedamos anclados justificando algo que ya no es justificable. Apunto definitivamente esta novela.
ResponderEliminarSalir de los canones establecidos. Trabajo tenemos todos, no sólo las mujeres. Gracias por comentar. Besos
EliminarMe han recomendado de buena tinta este título para el marzo asiático, así que apuntadísimo lo tengo. Me ha gustado mucho cómo lo defines al final y me ha hecho gracia cómo empezabas la reseña :-))) Besos.
ResponderEliminarA ver que te parece. Deseando leer tu reseña. Besos
EliminarLo leí cuando se publicó y me gustó mucho. Japón es muy especial, desde luego, y a la mente occidental le cuesta comprenderlo. En el tema del trabajo y la mujer, leí también un libro de Amelie Nothomb que trataba sobre el trabajo en una gran empresa y al estar visto desde una mente occidental como la suya, era tremendo
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado
Besos
Me apunto el libro que cuentas, no lo conocía y promete. Supongo que al ser de la misma cultura el impacto será mayor. Gracias. Besos
EliminarHola guapa! Pues justo hoy me he acabado esta novela, así que me he podido leer tu reseña enterita y parece que coincidimos en muchas cosas. La verdad es que he estado un poco indignada media novela por todos los reproches a la dependienta... Un besote!
ResponderEliminarMe paso a leer la tuya. Sí, coincido contigo, a mi el tipo me da un poco de asco. Besos
EliminarFrecuento muy poco la literatura japonesa, porque las escasas novelas que leí, el ritmo se me hizo muy lento, a parte de que en las historias apenas había episodios que atrajeran mi atención. Sin embargo, tomo buena nota de La dependienta, porque me gusta lo que nos cuentas en tu interesante reseña. Tengo la sensación de que sí disfrutaría con la lectura de La dependienta. Besos.
ResponderEliminarYo también soy un poco reacia a las novelas japonesas. Sin embargo ésta, me ha gustado de verdad. El enfoque es muy interesante. Besos
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