RESEÑA: Noches blancas

Después de comer me apetece mucho un bombón, de esos de chocolate negra negrísima. Esos diez segundos en que se me dehace el bombón en la boca acostumbran a ser de los mejores del día. 
Es la misma sensación que tuve al leer esta maravilla, Noches Blancas. 

Ui, un libro ruso. Y es que los rusos tiene fama de hacer obras de 800 páginas. Véase Anna karenina y Guerra y paz de Tolstoi, El maestro y Margarita de Bulgakov o Crimen y Castigo de Dostoievski. 
Pero no, hoy os hablo de un librito de 128 páginas. Lo que os decía, un bombón. Y este es de los de chocolate 70%, no amarga tanto como los del 90% de cacao, aunque no es dulce como los que llevan relleno de trufa.

Y con Dostoyevski me quedo. Recuerdo un verano de Crimen y Castigo. Era muy jovencita y realmente no sabía donde me metía. Me atraía ese halo de tristeza que rodea las novelas de los escritores rusos. En la literatura dostoievskiana, hasta el amor tiene un tinte sombrío y monstruoso. El hombre, sea cuando ama o cuando es amado, siempre aparece torturado y acomplejado. 

        ...“Hasta es un deber de toda mujer no rechazar las súplicas modestas de un hombre tan desdichado como yo.” ...

Es el maestro de la introspección psicológica, siempre indagando en la soledad y las profundidades del alma humana.
Noches Blancas cuenta la relación sentimental entre un pobre hombre y una mujer, Nástenka. Es una breve historia de amor entre dos almas solitarias.
Las primeras páginas son un lujo, el protagonista se nos presenta como un ser solitario e introvertido, como no, que solo encuentra diálogo con las casas de las calles por donde pasa a menudo.

         ...“De repente, la semana pasada, al penetrar yo en la calle y mirar hacia mi amiguita..., he aquí que escucho un clamor lastimero: "¡Que me han pintado de amarillo! (...) De modo que... ahora comprenderá usted, mi querido lector, hasta qué extremo conozco yo a todo San Pertersburgo.” ...

Los hechos son narrados en primera persona, bajo la perspectiva del personaje principal. Es un narrador sin nombre, aunque bien se podría llamar Fiódor, puesto que entre el protagonista y el autor existen muchas coincidencias: tienen la misma edad, habitantes de San Petersburgo, los dos son seres solitarios. Compara la vida de su protagonista con una tortuga metida en su caparazón.

       ..."En su cuartucho impera el silencio; la soledad y el ocio acarician su imaginación, la cual empieza a caldearse suavemente;"...


Algo distintivo de Dostoievski es que sus obras transcurren en un período breve y definido en el tiempo. No es, esta breve novela, una excepción. Transcurre durante 4 noches consecutivas, en que todo lo que pasa es un mundo intenso, un primer dia de soledad, un segundo de amor, un tercero de dicha y al cuarto llega desamor. Y solo en unas horas cada noche.

La primera noche nos situamos en San Petersburgo donde se conocen los dos personajes, en la orilla del canal de Fontanka. Se citan para la noche siguiente, en la cual el protagonista nos cuenta su historia. Le llega el turno a ella en la tercera noche, su coqueteo confunde a nuestro protagonista, puesto que él la adora y ella les dice que lo quiere como a un hermano. Dostoievski nos describe esta noche como un momento apagado, lluvioso. 
(...) cambiamos un cordial apretón de manos(...)
Qué duro hablar a sí cuando se está tan enamorado, y lo que deseas es un beso ¿verdad?
Llega la cuarta y última noche, donde nuestro protagonista está con el alma en vilo y deduce que su historia no va a acabar como él quisiera. Lleva tres noches esperando que Nástenka le cuente su historia, pero le va dando largas.
(...)¡Más tarde le explicaré! ¡Se lo contaré todo!(...)
¿Acaban juntos? ¿Nástenka encuentra al hombre que estaba esperando? ¿Qué pasa con nuestro protagonista? Esto vas a tener que descubrirlo tu, cuando leas Noches Blancas.

Este libro tan pequeño nos cuenta una pequeña historia de las grandes pasiones que mueven al ser humano, la ilusión, la esperanza, el amor. Cómo el protagonista se llena de ilusión creyendo haber encontrado el alivio a su soledad. Y cómo de la misma manera que aparecen estas emociones en el ser humano, éstas desaparecen para dar lugar al desengaño, la decepción y la soledad. Y son esas pasiones rusas que son tan intensas como el frio siberiano.
Y hablando de clima, huelga decir que el título corresponde a las noches blancas que se dan en San Petersburgo en el solsticio de verano, esas noches en que la oscuridad nunca es completa.



        ...“Una de esas noches que quizá sólo vemos cuando somos jóvenes, querido lector.” ...

Este libro suele pasar desapercibido por los lectores de Dostoievski. Solemos quedarnos en sus obras magnas. Habrá que indagar y buscar estos pequeños bombones.
Con ilustraciones preciosas de Nicolai Troshinsky y una gran traducción de Marta Sánchez-Nieves, que vale la pena destacar.


LA PALABREJA: ser una pupilera
Segun la RAE: m y f. Persona que recibe pupilos en su casa.

CURIOSIDADES: Si te dicen que eres una pupilera, hasta suena mal. De hecho una mujer pupila es una mujer que vende su cuerpo.
También hay las lámparas pupileras, que son làmparas de diagnóstico de alto rendimiento y que sirven para evaluar el reflejo pupilar.
       
ETIMOLOGIA: del latín: «pupillus» que significa niño pequeño. Ésta así mismo deriva de la raiz indoeuropea pap-, junto con el sufijo «ero» que indica residencia y profesion u oficio.

           Maravillas rusas a pequeñas dosis. 

Un libro recomendable por lo cortito que es, con lo que cualquiera se atreve. Pero sobretodo para empezar a conocer a los escritores rusos del SXIX, porqué aunque pueda parecer pasado de moda ese amor tan pasional y absoluto que describen, su forma de hacerlo es magistral.

Título: Noches Blancas (Бе́лые но́чи)

Autor: Fiódor Dostoyevski 
Editorial: Nórdica
Idioma original: Ruso
Idioma traducción: Castellano
Traductor: Marta Sánchez-Nieves
Páginas:  128
Año publicación original: 1848
Año publicación esta edición : 2015




Comentarios

  1. Me encanta tu analogía del bombón del principio de la entrada, totalmente de acuerdo contigo. Aunque el autor tiene otros relatos breves que merecen la pena, siempre recomiendo "Noches blancas" para leer por vez primera a Dostoievski. A partir de ahora, también recomendaré que vengan a leer tu reseña primero ;-) Besos.

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    1. Por suerte, hay tantos libros que son bombones!!!!! Gracias y besos

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  2. Yo también termino mis comidas con chocolate negro, a veces hasta 99% aunque mi favorito anda entre 70 y 80. De Dostoyevski solo he leído Crimen y castigo que me pareció una maravilla. Lo he intentado un par de veces con Los hermanos Karamazov y ha sido imposible. Estas Noches blancas creo que puede ser una buena opción para conocer un poco más al autor.
    Un beso.

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    1. Ai, sí, Rosa, te va a encantar. Además es tan cortito que se lee de una sentada. Besos

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  3. Ay, el chocolate negro... madre mía... yo soy de las de 80-90%... A esta le tenía echado el ojo, sobre todo porque me encanta coger ediciones ilustradas... así que ahora con más motivo.
    Un besazo

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    1. las ilustraciones son preciosas, todas en rojo y negro. Para leer y para conservarlo en casa. Besos

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  4. Ohh, me encantó este libro. Fíjate que, con lo breve que es, todo lo que cuenta. Me gustó muchísimo. Besos

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    1. Cierto Marisa, en solo tres noches pasan tantas cosas!!! Y la maestría del ruso para contarlo. Besos

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