RESEÑA: El amor de Erika Ewald

Erika Ewald es una joven pianista, que lleva una vida rutinaria con su familia y que acude a ensayos con un amigo violinista. Y nace el amor, ¿por ambas partes? Pues parece que sí, él se declara, ella se amedrenta y lo rechaza. Pero al cabo del tiempo se arrepiente y va a buscarlo. 

Y ahora lee el final.

Evidentemente, un libro tan cortito como suele ser habitual en Zweig, no puede tener un resumen demasiado largo.

Pero sí que puede ser largo analizar todo lo que el autor nos quiso decir cuando escribió el libro. En muchos de sus libros, el amor se describe como una sublimación erótico-emotiva.

Los asuntos relacionados con la sexualidad y la culpa tienen una gran importancia en sus novelas. En ésta, más concretamente, puso sobre la mesa un tema tan escabroso para la época como el sexo y la libre expresión sexual de la mujer.

Erika Ewald es una joven puritana que se espanta al ver que un hombre se le acerca demasiado y le declara su atracción. Para ella este simple hecho supone un acto sucio. El deseo sexual que siente el violinista hacia ella no puede concebirlo como una simple atracción y le entra miedo tan solo con estar cerca de él. 

Pero siendo Zweig quien nos lo cuenta, por tanto no se trata de un miedo de acorde con la situación. El miedo que siente Erika es sobretodo para sí misma, puesto que ella también desea y siente atracción por el joven. 
Sólo con descubrirse en este deseo, entra en una voragine de pensamientos que la llevan a encerrarse en su habitación con un sufrimiento debastador, hasta el punto de considerar el suicidio o pensar en abandonarse al alcohol y a la mala vida.

En esa época el deseo sexual era una fuente de pecado, sólo corregida por la renuncia, el matrimonio o la expiación de la culpa. El tema de la líbido, el sexo y la atracción era tabú, y por eso mismo era motivo de interés. 

Primeros de siglo XX, fue la época en que se dejó de hablar de histeria femenina para empezar a hablar de atracción sexual. Las mujeres dejaron de estar "enfermas" para pasar a tener los mismos impulsos y necesidades sexuales que el hombre. Lo que pasa es que todavía era demasiado pronto para hablarlo en alto.

En cuestiones sexuales, para los escritores había un universo léxico y mental que les estaba prohibido. Por este motivo Zweig envuelve los hechos con palabras como un algodón envuelve las piedras puntiagudas. Y que mejor forma que comparar el deseo sexual con el tempo de una pieza musical, esa crecida de sensaciones.

        ..."Una y otra vez afrontaba una nueva subida, con una fuerza más salvaje, pero nunca llegaba a la esclarecedora plenitud, incluso en el más frenético vuelo no se quedba más que en nostalgia, gemebunda y jubilosa nostalgia." ...

La moral estricta de entonces prohibía cualquier alusión al sexo, actividad reservada para la penumbra de las alcobas. ¿De que crees que habla? ¿de música o de sexo?
Esto hace que a veces, el ritmo sea un tanto lento y tedioso. Pero es que este señor escribe tan bien, y habla tan bien de los sentimientos, que a mi, nunca se me hace aburrido.

        ...“Porque hay naturalezas en las que todos los grandes acontecimientos y todos los sucesos sobresalientes, además de provocar una conmoción general en el alma, pulsan también la cuerda grave y sorda de un secreto dolor y de una íntima melancolía, cuyo sonido llega a ser tan elevado y penetrante que todos los demás sentimientos se disuelven en él perdiendo su ser.” ...

En esa misma época, ahí estaba también un tipo que decidió que todo problema comportamental y mental era de naturaleza sexual. Sabes de quién te hablo, ¿verdad?

Freud consideraba que todo comportamiento humano era motivado por los impulsos a los que llamaba pulsiones. En este caso podemos aplicar la PULSIÓN SEXUAL, al impulso que hizo enfermar de amor a Erika Ewald. Este impulso sexual fue descrito por Freud en el libro de 1905, Tres ensayos sobre la teoria de la sexualidad, como una fuerza inconsciente, irracional y destructiva, originado en una excitación corporal que moviliza al organismo y que hay que reprimir a favor de la civilización, pese a los enormes costes que acarrea dicha represión.

No voy a alargarme más, puesto que no hemos venido hablar de las teorías freudianas, tan solo comentar que Freud y Zweig se manifestaban admiración mútua.

Como dijo Umbral, aquí hemos venido a hablar de mi libro.

Agradecer a ACANTILADO su trabajo a favor de Stefan Zweig, que ya tiene editados más de cuarenta libros, de sus cerca de 50 novelas, 20 biografías históricas, 4 obras de teatro y 2 libros de poemas, además de multitud de correspondencia, conferencias y escritos.        


LA PALABREJA:
 un silencio inmisericorde

Según la RAE: 
1.adj. Dicho de una persona: que no se compadece de nadie.

ETIMOLOGIA: 
del latín: «miser» que significa miserable y desdichado, y «cor» que significa corazón, junto con el prefijo «in-» que marca privación o negación.

CURIOSIDADES: Fue inscrita en la RAE en 1992, con lo que es una palabra bastante nueva.
Si es el antónimo de misericordia, lo normal sería que fuese inmisericordia, pero aunque esta palabra está aceptada por la RAE, está en desuso y se recomienda el uso de inmisericorde.
De la misma forma, una persona misericordiosa, sería un inmisericordioso, pero la RAE sigui recomendando la misma palabra, inmisericorde.

                     ..."Hay horas vacías, insustanciales, que esconden en sí el destino." ...

Este es mi tercera lectura de un libro de Zweig. Te soluciona la Z del reto de Lecturapolis, pero siempre es un placer leer a Zweig, aunque esta no sea, ni de lejos, su mejor obra. 


Título: El amor de Erika Ewald (Die Liebe der Erika Ewald)
Autor: Stefan Zweig
EditorialAcantilado
Idioma original: alemán
Idioma traducción: Castellano
Traductor: Roberto Bravo de la Varga
Páginas:  112
Año publicación original: 1904
Año publicación esta edición : 2004

  

Comentarios

  1. En 2021 y 2022 también resolví la Z con Stefan Zweig. Este año ya lo he hecho con Pablo Zarrabeitia, pero seguro que algún libro de Zweig cae porque me encanta y tengo muchos en mi lista. El amor de Erika Ewald lo leí hace diez años y recuerdo que me gustó mucho. Pero es que todo en el autor me gusta mucho. Yo he leído catorce libros del autor más alguna relectura, novela, biografía y ensayo, y nada me ha parecido menor. Acantilado ha hecho una gran labor porque hasta que empezó a publicarlo era un calvario encontrar libros del autor. A mi marido le gusta mucho y no encontraba para regalarle. Cuando empezó Acantilado a publicarlo, menudo filón encontré.
    Un beso.

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    1. Dame 12 años más de reto lector con Marisa, e igualo tus 14 libros. Besos

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  2. Hola Senyoreta, y sigo sin leer a este hombre y no paro de ver obra suyas, jeje... Supongo que algún día, cercano o lejano, caerá.
    Un besazo

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    1. Estoy convencida que algun dia lo vas a leer. Y que te va a gustar. Besos

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  3. Otra joyita de Zweig. Me encantó este pequeño libro, como todos los suyos. Besos

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    1. Son pequeñas joyitas, tienes razón. Libros pequeños con gran sustancia. Besos

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  4. ¡Hola! Te acabo de descubrir y me ha encantado cómo enfocas las reseñas, super completas e interesantes. Yo de Zweig leí Clarissa y aunque me gustó, no he vuelto a él. Tomo nota.
    Besitos.

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    1. Bienvenida Noelia. Me alegra que te pases por mi blog. Besos

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  5. Hola, Zweig me encanta, este año he leído Una boda en Lyon, me llevo El amor de Erica Ewell, aunque no sea lo mejor del autor, seguro que es bueno. Un abrazo.

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    1. Sí, es bueno, aunque para mi gusto MIEDO. Me encantó. Besos

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  6. Este Zweig todavía no lo he leído, me gusta tanto que me voy racionando las obras del autor. Pero me has puesto los dientes largos y me parece que este será mi próximo título. Y sí, estoy contigo: muchas gracias, Acantilado. Besos.

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  7. ¡Holaa! No conocía al autor pero me ha encantado leer la reseña. Me gusta como ahora podemos leer de estos temas tan libremente cuando antes eran símbolo de locura.
    Besoss ♡

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  8. Magnífica reseña. Sin duda alguna, Zweig es un autor que no deja indiferente, sobre todo por cómo aborda los temas que trata en sus novelas y su impecable prosa. Besos.

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