RESEÑA: Harriet

Últimamente poco he publicado. Todo se debe a las excusas de siempre, trabajo, poco tiempo, he estado fuera, etc.

Pero leer, sí que he leído, y alguna que otra novela muy interesante, como la que te reseño aquí.

Harriet, me vino recomendada en el reto Serendipia, sugerido por Marta de Cuentos Vagabundos. 

Además me viene de perlas para el reto de Inquilinas.

Hace rato que estoy dudando en si contarte algo de la trama o no. Es que si te cuento un poco ya te lo chafo todo, pero si no te cuento nada ¿para que hacer una reseña?

En foros y blogs, se dice que en esta novela se puede ver el mal en estado puro, con malvados muy perversos, manipuladores y terribles. En definitiva, una historia muy dura, opresiva y angustiosa.

Y no voy a contradecir a nadie, realmente fue un crimen abominable. Pero, quizá porqué iba preparada con las demás reseñas y resúmenes publicados, sinceramente, lo único que me ha escandalizado es la misma condición humana. Porqué este crimen no salió de la cabecita de la autora, fue un crimen real.

Y a partir de ahí, ya sabes que es un crimen, o sea, que matan a alguien. Si no quieres saber más, DEJA DE LEER.

La autora nunca se escondió que se había basado en el Misterio de Penge, para escribir Harriet, tanto es así, que ni siquiera le cambió el nombre.

El misterio de Penge conmovió a la sociedad victoriana de 1877. En el libro se narra la historia del asesinato Harriet Staunton, de soltera Richardson, una rica heredera de 32 años con algun tipo de deficiencia psíquica.

Harriet vivia tranquila con su madre y su padrastro hasta que un cazafortunas se fijó en ella. Pese a que su madre intentó evitarlo, Harriet se casó con Lewis Staunton. Y es a partir de ahí que damos cuenta de la crudeza y la ambición de la que puede ser capaz un ser humano.

Me dijeron una vez que las guerras y los asesinatos sólo ocurren por dinero, por religión y por amor. Y si te fijas, realmente es así, y en este caso es el dinero el culpable.

        ...“Por crueles y egoístas que fuesen sus ambiciones, no era un hombre en absoluto frío, menos aún en sus pasiones físicas..” ... 

Después de parir a su hijo, su marido empieza a cansarse de ella, y la manda a vivir con su hermano Patrick Staunton y su esposa, que la cuidan sólo por dinero. Él, por otro lado, se instala en una casa cerca con la cuñada de su hermano, Alice Rhodes, que se hace pasar por su esposa.

Poco a poco, entre todos, van descuidando a Harriet, OJO, OJO SUPER SPOILER hasta el punto que termina muriendo primero el bebé que ya tenía un año, y después ella.

La crueldad con que trataron a Harriet, y la complicidad de todos los que sabían lo que estaba pasando, es lo más atroz de la historia. ¿Cómo personas normales pueden llegar a tratar tan mal a un ser humano? ¿Y como las personas que lo ven y lo saben no hacen nada al respecto?

Harriet Staunton

Estas dos preguntas son aplicables a la Segunda Guerra Mundial, ¿verdad? Pero no vamos a responderlas ni aquí ni hoy. Pero te voy a plantear otras dos:

¿Las personas son malas por naturaleza, o son las condiciones que las vuelven malas?

¿Es justificable la indiferencia ante el sufrimiento de otra persona, aunque la consideres inferior?

A partir de ahora, puedes volver a leer. Está escrito con una gran sencillez, desgranando la historia poco a poco, para que no se te atragante y tengas ganas de continuar pese a la dureza de las acciones. Con descripciones minuciosas para conseguir una gran ambientación.

       ...“Lo quería de crepé, de un color lila suave y claro que se conocía como soupir étouffé; la falda, según la moda de la época, formaba un pliegue por delante, como si insinuara un delantal, y se fruncía en la espalda como un ramillete por debajo de la cintura, dando a quien lo lucía la tournure de un cisne. Pensaba combinarlo, cuando se lo pusiera para salir, con un sombrerito de rafia blanco, inclinado sobre los ojos y adornado con una corona de rosas silvestres.” ... 

Elizabeth Jenkins, fue una escritora inglesa que vivió muchos años, llegó a cumplir los 105, estudió inglés e historia en la Universidad de Cambridge donde había una ala sólo para mujeres. Fue profesora hasta la Segunda Guerra Mundial, en que trabajó ayudando a refugiados judíos y víctimas de los ataques aéreos que sufrió Londres. Fundadora de la Jane Austen Society, nunca se casó y nunca dejó de escribir, publicando una docena de novelas y una docena de biografías.

Fue la primera biógrafa de Jane Austen, y su novela La tortuga y la liebre publicada en 1954, fue su novela más exitosa.

Harriet ganó el Premio Femina Heureuse Vie en 1935.

LA PALABREJA: su presencia fue un acicate

Segun la RAE: 

1.m. Espuela para picar al caballo provista de una punta aguda con un tope para que no penetre demasiado.

2.m. Incentivo o estímulo.

ETIMOLOGIA: La palabra acitate es de origen árabe, sinónimo de la germánica espuela y del latino aguijón. Tres palabras con sendos orígenes en lenguas distintas para denominar la misma cosa.

Espuela es la que se quedó con el nombre del instrumento con que se pica a la montura. La palabra acicate quedó como una espuela más primitiva, sin roseta, que solo tenía pua. Como esa espuela ya no se usa, el significado que predomina de acicate es el de incentivo.

La palabra acicate procede del árabe hispánico «muzíl/ráfi» «assiqát», que significa quita flaquezas.

CURIOSIDADES: 

El verbo acicatar no se halla en ningún diccionario de español, y sin embargo sí aparece con el mismo significado en los diccionarios portugués y gallego.

El término acictear, sí que lo recoge la RAE, pero su difícil pronunciación en muchos de sus tiempos verbales, hace que no se use. Además, no fue incluido en la Rae hasta el 1927,

     ¿Existen las personas malas? 

                        ¿Existen las personas buenas?

Si eres de los lectores que sufren con la maldad, no lo leas. Si aunque sufras por la maldad no te quieres perder un buen libro, léelo.

Título: Harriet (Harriet)

Autor: Elisabeth Jenkins
Editorial: Alba Editorial - Rara Avis

Idioma original: inglés

Idioma traducción: Castellano

Traductor: Catalina Martínez Muñoz

Páginas:  329

Año publicación original: 1934

Año publicación esta edición : 2013