RESEÑA: La habitación de invitados

Lo primero es lo primero, gracias Laky de Libros que hay que leer, por el sorteo organizado y la lectura conjunta.

Este es un libro que si no hubiera sido por ella, ni me lo hubiera comprado ni lo hubiera leído. Este tipo de trhillers no son mis lecturas habituales.

Por otro lado, está bien salir de la zona de confort, así que leído está y a punto de ser reseñado.

La dificultad está en contar sin desvelar demasiado. 

Lisa, una chica joven encuentra una habitación de alquiler en la casa antigua y preciosa de Martha y Jack, una pareja de lo más amable. Pero lo que creía suerte se tuerce el día que encuentra una nota misteriosa escondida en la mesilla de la habitación. A partir de su afán por investigar, le empiezan a ocurrir cosas desagradables e incluso peligrosas. Parece que alguién no quiere que esté allí.

Bueno pues, éste sería más o menos el resumen. Si te ha entrado el cosquilleo de leerlo, no sigas leyendo mi reseña, puesto que a partir de ahora voy a destriparlo para dar mi opinión.

Soy de la opinión que alguien que escribe un libro tiene mucho mérito, y si está publicado por algo será. O sea que no hay libro malo, sinó libros que gustan más y otros que gustan menos.

Y con ésto no quiero decirte que no me haya gustado. No es eso. Te cuento, y por supuesto es una opinión muy personal.

Lisa me ha parecido una copia de Lisbet Salander, ¿la recuerdas? la protagonista de la serie Millennium, de Stieg Larsson. Ambas son raras, de constitución pequeña, increiblemente listas y con un pasado convulso que les afecta en su vida adulta y hace que estén mentalmente un poco perturbadas.

Así que ya de entrada, le pongo una cara y un carácter a Lisa que no es el suyo, y eso me ha dificultado verla de otra manera. 

        ...“Esas figuras descomunales, el doble de mi tamaño, dibujadas con una reconocible forma humana. Me están mirando a través de la buhardilla y la claraboya. Se esconden tras la puerta cerrada de la habitación. pero sé que están ahí. Veo sus rostros macabros y asesinos. Tienen cuchillos y agujas en ambas manos. Están esperando. Esperando a que me quede profundamente dormida ara poder colarse y sembrar la muerte mientras yo me revuelvo una y otra vez llamando a mi madre.” ...

foto de nvinoticias.com

El principio es un lio. Vas leyendo y no entiendes nada. La historia empieza con un suidicio, pero al cabo de unas páginas, ya dudaba quién se había suicidado, no entendía si era algo que le había pasado a ella años antes, o si era el suicidio de la persona de la carta que encuentra en la mesilla. 

La vecina promete ser un personaje interesante, igual que el psiquiatra, pero al final del libro, tienen poca o ninguna relevancia.

Hay escenas que parecen puestas para rellenar, las quitas y el libro sigue siendo el mismo. Por ejemplo el gato muerto y el collar que a veces lleva Martha. Dirás que sirve para culpar a Martha de lo que le está pasando a Lisa, pero hay otras muchas pistas que señalan a Martha como la mala de la peli. 

A esta escena del gato, y alguna que otra, la escritora no ha sabido sacarle jugo, creo que podía haber tirado de varios hilos para hacer la novela más redonda, o no haberlos puesto directamente. 

Otro ejemplo es el cultivo de hachís en el jardín de Jack, que no le veo ninguna importancia en toda la trama de la novela.

foto de pxhere.com/

Quedan muchos hilos sueltos, aunque la historia tiene principio y final. Y, si el jersey está acabado, ¿para que sirven todos estos hilos que cuelgan?

Luego está la parte del psiquiátrico, que no me la trago. A una persona adulta, responsable legalmente de sí misma, no se la puede encerrar en un psiquiátrico solo porqué al padre se le antoja. Además, la forma que tiene de salir de allí, engañando a todo el personal, aún me lo trago menos.

Me da la sensación de que Dreda Say Mitchell va escribiendo, que sabe donde ir, pero que le parece que tiene que meter más chicha, y se va por peteneras para rellenar. Y además, para hacerlo más interesante, cree que tiene que incorporar escenas un poco macabras para que sea tildado de trhiller.

Pero no pienses que no me ha gustado, he disfrutado el libro y se lee ágilmente. Sobretodo a partir de medio libro, en que te va cuadrando todo lo que has leído y ya te imaginas el final. Realmente, una vez le encuentras el punto, empiezas a deborar las páginas.

LA PALABREJA:  la cháchara de miles de...

Segun la RAE:

1.f. Conversación frívola.

2.f.coloq. Abundancia de palabras inútiles.

3.f.pl. Baratijas, cachivaches.

ETIMOLOGIA: 

Viene del italiano «ciacciare» que significa exactamente esto, una conversación frívola. El origen no está claro, podría provenir de «ciarlare» que significa charlar, o también podría provenir de una onomatopeya «cla, cla, cla».

CURIOSIDADES: 

En México la palabra se emplea para designar un cachivache, un objeto inútil que se revende. En Venezuela un chácharo es un cerdo negruzco de carne muy apreciada por las comunidades indígenas. 

Esta palabra, muy usada en nuestra lengua, tiene su primera aparición escrita en 1551, en la novela picaresca, puesto que el lenguaje de las mismas empleaba un tono más popular.

La RAE le añade el calificativo de "inútil", sin embargo, una cháchara no tiene porqué ser una conversación inútil, sinó tan sólo es una charla que se realiza entre hablantes por el simple hecho de pasar el rato hablando de cosas intrascendentes y sin importancia.

Una historia retorcida, 

                                poco redonda

Es un libro de verano, de esos para pasar el rato, aunque sinceramente, yo elegiría cualquier thiller español, que los hay muy buenos.

Título: La habitación de invitados (Spare Room)

Autor: Dreda Say Mitchell
Editorial: New Compton Editores

Idioma original: Inglés

Idioma traducción: Castellano

Traductor: Josep Escarré Reig

Páginas:  347

Año publicación original: 2023