RESEÑA: Tiempo de arena
Comienza así una apasionante inmersión en la historia de las mujeres Camp de la Cruz, Mariana, Munda y Alejandra, herederas de un hacendado español, y de sus irreconciliables diferencias vitales en la búsqueda de la felicidad. La masonería femenina, la lucha por la igualdad y la tradición frente a la modernidad a finales del siglo XIX y principios del XX son algunos de los temas que jalonan este relato apasionante que no dejará indiferente a ningún lector.
Editorial: Editorial Planeta
Idioma original: Castellano
Páginas: 432
Año publicación: 2011
Hoy te reseño un premio Planeta, el finalista de 2011. No acostumbro a buscar novelas premiadas para mis lecturas, ni por serlo me resultan más atractivas. Sencillamente buscaba un autor cuyo apellido empezara con CH para el reto de Marisa De la A a la Z 2024.
Tiempo de Arena es un libro con una historia de una familia llena de mujeres, con sus habituales problemas, secretos, amores, envidias, dinero, poder, etcétera, etcétera. Situada a primeros de siglo XX nos plantea la discrimicación de la mujer y lo sujeta que estaba al hombre, marido o padre. ¡Si hasta para coger el tren necesitaban un permiso masculino!
A partir de esa marginación y exclusión de muchos ámbitos sociales, surgieron mujeres fuertes que plantaron cara. De ahí nació el feminismo, pero no como ataque al hombre, sinó como defensa de la mujer, para poder darnos una individualidad diferente a la de madre o esposa.
El 20 de octubre de 1918 nace la Asociación Nacional de Mujeres Españolas (ANME), primera organización feminista a nivel estatal. Pero poco antes algunas mujeres ya se movían: a finales de siglo XIX podemos hablar de Concepción Arenal, la primera mujer en estudiar derecho aunque fuera disfrazada de hombre, la escritora Emilia Pardo Bazán, o Carmen de Burgos, la primera periodista, hasta llegar a Clara Campoamor, abogada y política española que fue clave para el movimiento sufragista español, luchando para el derecho a voto de la mujer en 1933.
Sin todas ellas, el feminismo actual no estaría donde está. Y aunque nos queda mucho camino por hacer, la lucha de estas mujeres fue clave para que hoy la mujer pueda acceder a los estudios, a puestos de trabajo y a decidir por ella misma su propio futuro. Para nosotras hoy en dia sería impensable que nuestro padre nos obligara a casarnos, no nos dejara estudiar en la universidad, o no nos dejara ir a la playa a tomar el sol.
Esta lucha de las mujeres está siempre subyacente en el libro, puesto que hablamos de una familia donde no hay hombres. Son tres hermanas con distintas formas de pensar. Pero Chacón lo aborda directamente con un personaje como Alejandra, que decide estudiar derecho y merterse en la lucha para la defensa de las mujeres con los problemas familiares que le comporta.
Pero el libro no sólo es feminismo, habla también de la sociedad masona, de la pérdida de las colonias españolas concretamente Filipinas, de las clases sociales y de la influencia de la Iglesia en las familias con cierto poder social y adquisitivo.
Y habla de amor, de todo tipo, amor conjugal, amor extramatrimonial, amor materno, amor no correspondido, amor romántico, amor obsesivo, amor fraternal y amor propio.
Chacón podría haber insistido en los temas más atractivos y no dejarse llevar por la historia anodina de amor y desamor, ya mil veces repetida, y en este caso del todo predecible.
En resumen, un libro entretenido y correcto, un buen libro sin pretensiones para leer sin expectativas.
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