“Este verano, de vacaciones a Siberia” El azar me ha unido a Siberia. Primero fue el estupendo libro Los últimos pianos de Siberia, que debo agradecer a la editorial Seix Barral, y ahora Zuleijá abre los ojos, que leo gracias a Laura del blog Niu de Mones y que fue uno de sus libros recomendados en el reto de Mónica de Serendipia.
Me atrajo de este libro la dureza de la realidad de una mujer contada de una forma preciosa. ¿Y no te parece preciosa la portada?
Hablamos del 1930, en Rusia, los primeros años de Stalin en el poder. Fue una década turbulenta, un periodo de industralización masiva y luchas internas para establecer el control total de la sociedad rusa. Stalin buscaba un poder sin restricciones desconocido hasta en las épocas de los zares más ambiciosos. Para ello, inició la colectivización de la agricultura que consistía en consolidar la tierra en dominio popular y la mano de obra en granjas de explotación colectiva (Koljós) y en granjas de explotación estatal (sovjós). Una expropiación en toda regla, vamos.
...“Ignatov no alcanzaba a comprender cómo se puede amar a una mujer. Uno puede amar las grandes causas: la Revolución, el Partido, su país. Pero ¿a una mujer? ¿Cómo se puede utilizar una misma palabra para nombrar la relación que uno mantiene con dos magnitudes tan distintas, como si se pudiera poner en un platillo de la balanza la revolución y en el otro a una mujer cualquiera? Es ridículo.” ...
Zuleijá vive en una pequeña aldea tártara, cerca de Kazán, detenida en una edad media tradicional, donde las mujeres eran propiedad primero de sus padres y después de sus maridos. Vive con su suegra, que la martiriza continuamente, por el mero hecho de no darle nietos.
...“¡Pega más fuerte! ¡Vamos, vamos, pollo mojado! ¡Caliéntame estos huesos viejos! ¡Pon más furia, inútil! Muévete a ver si consigues espesar de una vez esa sangre licuada que tienes. No me imagino cómo le das amor a tu marido en las noches con lo flojita que estás.” ...
Su vida ha consistido en obedecer y trabajar. No así la de su marido que ve cómo el gobierno le fuerza a abandonar su tierra, e igual que muchos otros campesinos, se opone firmemente, llegando a matar su propio ganado para enfrentarse a la pérdida de su granja. A él le ejecutan y ella, marcada como enemiga del régimen stalinista, se la llevan presa a Siberia. Zuleijá jamás había salido de la aldea y no había tenido trato con nadie que no fuera de su familia. Durante el viaje de más de 4000 km, lleno de acontecimientos cada uno más duro que el anterior y repleto de personas de distintas procedencias, oficios y credos, verá desmoronar sus creencias más firmes.
...“Ahora Zuleijá rezaba con menos frecuencia y, cuando lo hacía, rezaba más deprisa, cómo si fuera una tarea más (...) ¿No sería que el Altísimo, ocupado con un sinfín de asuntos, se había olvidado de ellos, de esas treinta personas muertas de hambre, apartadas del mundo y arrojadas en medio de los bosques de Siberia? (...) ¿Y si los había perdido en la inmensidad de la taiga?” ...
Los pocos supervivientes llegan al gulag en Siberia cerca del rio Ángara, y, si las condiciones del viaje fueron duras, este exilio forzoso resulta un verdadero suplicio que le sirve a la protagonista para tomar las riendas de su vida, aprender a sobrevivir y descubrirse como mujer y madre. Y es en medio del desamparo del destierro y del horror en el siglo más feroz de Rusia que le llegan la emancipación y renovación, dos palabras que la protagonista ni siquiera sabía que existían.
Y pese a que te llegas a hacer una imagen perfecta de lo que llegó a ser la vida de los deportados bajo el régimen de Stalin, la autora no se recrea en la atrocidad ni el sufrimiento.
...“Zuleijá no alcanza a comprender cómo tantos versos dintintos, largos y complejos pueden caber en una cabeza tan pequeña. Además, en la cabeza de una mujer. El semblante de Isabella no pierde jamás una expresión serena y majestuosa, ni siquiera cuando descorre la cortina que protege el excusado o en los momentos en que se despioja las axilas.” ...
Detrás de Zuleijá está la abuela de la autora y esta ternura y cariño se nota en cada página de la historia que nos cuenta. Yájina realiza un gran trabajo de investigación para dar cuerpo a la vida de su abuela y nos sorprende por su madurez pese a ser su primera novela, que ya está galardonada con varios premios rusos e internacionales. Traducida a veinte idiomas, se convertirá en película próximamente.
Con una prosa vivaz y fuertemente instalada en la gran tradición novelística rusa, (perceptible en toda la novela) destacan sus reflexiones, sus maravillosos y conmovedores personajes y las emocionantes descripciones de los paisajes de la taiga rusa. Abundan en sus páginas palabras tártaras y elementos de culto popular como un cuento precioso sobre seres mágicos que Zuleijá le cuenta a su hijo.
Es un libro que te habla del poder, del dolor, de los Gulags, del amor, del estalinismo, del Islam, pero sobretodo es la historia de una mujer que reta a su cruel destino. Una obra densa (tiene más de 500 páginas) e intensa, con un fuerte componente histórico, y que te engancha desde las primeras páginas.
Una historia durísima y a la vez preciosa,
de dolor y amor, escrita con el corazón
La ambientación, el trasfondo histórico, la profundidad y evolución de los personajes, el realismo mágico, los pequeños detalles, y con una gran traducción de Jorge Ferrer (de precisión mayúscula), o sea, que lo tiene todo.
Esta potente novela es una historia de abuso e ignorancia, pero también de resurrección y liberación, que no te puede dejar indiferente. Al menos a mi me ha llegado al alma.
Título: Zuleijá abre los ojos "Зулейха открывает глаза"
Autor: Guzel Yájina
Editorial: Acantilado. Quaderns Crema
Idioma original: ruso
Idioma traducción: castellano
Traductor: Jorge Ferrer
Páginas: 544
Año publicación original: 2015
Año publicación esta edición: 2019
¡Hola! Qué genial libro. Me encanta la portada es muy estética y llama mucho la atención. Me gusta lo que cuentas, nunca me he animado con esas novelas porque impactan mucho en mí, pero sería interesante leerlo.
ResponderEliminarBesos ♥
Está escrita con mucho cariño y aunque la historia es dura, no te impacta de mala manera, sinó positivamente. Besos
EliminarLa leí el año pasado y fue una de las que barajé para recomendar en Serendipia recomienda, aunque luego me decidí por otras. Es una preciosa novela que cuenta acontecimientos terribles, y más aún siendo reales y habiéndolos vivido la abuela de la autora. razón tienes que para ser una opera prima, es fabulosa.
ResponderEliminarUn beso.
Pues yo la cogí para el reto de Serendipia recomienda. Y no me arrepiento en absoluto. Preciosa y brutal. Besos
EliminarUna de mis localizaciones geográficas favoritas y una historia que me ha parecido brutal desde el principio.
ResponderEliminarMe lo llevo sin pensar 👏😉💋
No te va a defraudar, sin dudarlo va a ser una de mis lecturas del año. Y si te gusta Siberia, pasate por mi reseña de "Los últimos pianos de Siberia", todo un viaje. Besos
EliminarHola, desde luego despues de leer tu excelente reseña solo me queda llevarme el libro anotado, creo que me puede gustar y mucho! besos
ResponderEliminarGracias Resi, espero que te guste tanto como a mi. Besos
EliminarTremenda historia la que nos traes hoy y sí, la cubierta es una preciosidad. Este tipo de libros me gusta dejarlos para el otoño. Ahora prefiero algo más luminoso. Me ha gustado mucho tu reseña. Besos
ResponderEliminarQue curioso ¿verdad? que el clima nos condicione las lecturas. Es bien cierto que según en qué temporada lees un libro te entra de una forma u otra, y lo recuerdas con más o menos alegría. Espero que lo anotes en tu lista de pendientes para el otoño, o mejor en pleno invierno (lo digo por lo del frio siberiano). Besos
EliminarLeí esta novela hace casi dos años gracias a babelio y me pareció fantástica, me gustó todo, desde la portada hasta el argumento, es una historia basada en las vivencias de la abuela de la autora, y eso de "novela histórica basada en hechos reales" me encanta. La he recomendado mucho.
ResponderEliminarBesos.
Tambien me llegó por una recomendación. Comparto enteramente tu opinión, es una novela dura pero escrita con todo el cariño. Besos
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