Voy a empezar esta reseña de forma contundente: no creo que sea cierto cuando decimos que hoy en día hay más maltrato a la mujer que antes, puesto que el abuso y el sometimiento a la mujer siempre ha existido, lo que ahora se dice més en voz alta. Ahora SÍ que nos atrevemos.
Von Armin fue una de las primeras mujeres que lo dejó por escrito.
Elizabeth Von Armin fue una escritora que nació en Australia, murió en Estados Unidos y tuvo una educación británica. Fue una mujer desgraciada en su matrimonio con el barón Von Arnim hasta que enviudó.
Fue entonces cuando se volvió a casar con John Francis Russell. Este segundo matrimonio fue otro completo desastre. Se separaron a los tres años, sin llegar a divorciarse, y fue debido a la infeliz rutina (palabras literales del editor Jan Arimany) que decidió escribir para superar sus pésimos matrimonios.
...“Aunque, bueno, era cierto que las mujeres no tienen una sensibilidad muy desarrollada para la comida, en el mejor de los casos, no tienen ni idea, y en el peor, son insoportables.” ...
¿El resultado? Una obra maestra. Un libro sobre el maltrato psicológico.
Seguramente te habrá pasado por la cabeza el «como otros muchos» o «últimamente sólo se habla de lo mismo». Pues sí, lamentablemente es un tema bastante habitual, pero ¿te has fijado en la fecha de publicación?
Exacto, del 1921 y se publicó bajo pseudónimo, presupongo que porqué este libro lo escribió con voz alta y clara, y seguramente fuera incómodo para la sociedad de la época. En aquellos tiempos no se sabía ni lo que era el maltrato, ni lo que significaba psicológico. El sometimiento de la mujer por parte del padre inicialmente y después del marido era de lo más normal.
Tengo otra referencia de un libro que reseñé de Anne Brontë, La inquilina de Wildell Hall, en que también se trataba abiertamente el maltrato dentro del matrimonio. Te dejo el enlace por si te apetece recordar. Y aunque no la he reseñado pero sí leído, Daphne du Maurier tratará el mismo tema del maltrato a la mujer en Rebbecca, veinte años más tarde.
Y ¿Vera? ¿Quién es VERA?
Debe ser un personaje importante puesto que el libro lleva su nombre.
Pues Vera fue la primera mujer de Wemyss que cayó "por accidente" desde el balcón de su casa, mientras él la está observando. Una semana después conoce a Lucy y se casa con ella un año más tarde.
Lucy es encantadora, joven, lista, guapa. Wemyss se va desvelando como un narcisita patológico, con una mente perturbada y maníaca.
Es a partir que Lucy se traslada a la casa donde había vivío Wemyss con Vera, que Lucy empieza a notar sin ver el lado tenebroso que puede tener un matrimonio.
Vera es ese personaje constante en el libro, subyacente, y que desde un principio te anuncia lo que va a pasar, pese a que la autora nunca te habla de cómo fue su vida, sinó tan sólo de cómo fue su muerte.
¿Cómo puede ser que una mujer inteligente haya caído en las garras de un maltratador? Él la infantiliza, la castiga, la aisla, y todo para someterla, para poseerla. Es ese egoismo, del "mía o de nadie".
El agobio al que tiene sometida a Lucy es asfixiante. Y esto es lo mejor del libro, puesto que el argumento ya te lo he contado. Es esa sensación que te reproduce, cuanto más avanza, más cae en las redes de Wemyss, y cuanto más lo lees, menos puedes hacer nada. Y sobretodo, cuando ella lo defiende y busca excusas constantemente para justificar su comportamiento.
La grandeza de la novela es la atmósfera que se crea. La OPRESIÓN de Lucy se transmite de modo magistral al lector. Y todo bajo dosis de elegante buen gusto, puesto que la baronesa era capaz de escribir amargas y mordaces críticas con frases que parecen sacadas de un libro romántico.
...“Era extraño que, aun abrazando el cuerpo de alguien, aun estando tan cerca los corazones de ambos, una persona pudiera estar tan lejos de quien la abrazaba.” ...
Te voy a dejar el link de una magnífica página sobre la autora, donde puedes ahondar en su biografía y sus libros, y de donde he sacado yo la foto publicada en esta reseña.
https://elizabethvonarnimsociety.org
LA PALABREJA: pelos como escarpias
1.f. Clavo con cabeza acodillada, que sirve para sujetar bien lo que se cuelga.
ETIMOLOGIA: De etimología incierta, puede que provenga del latín «scalprum» que significa instrumento cortante, o del germánico «skarp» que significa agudo.
Evidentemente, la frase no es literal, tener pelos como escarpias, significa estar asustado, atemorizado, literalmente tener los pelos de punta. Supongo que debido al hecho que, al tener estas sensaciones de miedo, el vello se pone de punta igual que la rigidez del clavo, o lo que popularmente llamamos alcayata. También se suele usar la expresión «tener los vellos como escarpias».
Un libro sublime sobre el maltrato psicológico dentro del matrimonio.
Obra trepidante con un magnífico final, que evidentemente no te puedo contar. Léela, no te arrepentirás.
Título: Vera (Vera)
Autor: Elizabeth Von Arnim
Editorial: Trotalibros
Idioma original: inglés
Idioma traducción: Castellano
Traductor: Clàudia Gispert Codina
Páginas: 327
Año publicación original: 1921
Año publicación esta edición : 2021 (2ª edición)
Me parece una lectura muy interesante y estoy de acuerdo en que lo que ha aumentado hoy ha sido la denuncia, no el maltrato. La frase de las escarpias la digo a menudo.
ResponderEliminarBesos.
Me ha horrorizado la naturalidad con la que cuenta el maltrato. Besos
EliminarFue una de mis mejores lecturas del año pasado. me pareció una novela fantástica. También me gustó mucho La inquilina de Wildfell Hall que leí hace dos años. Rebeca la releí en 2020 y, no recuerdo que hubiera maltrato a la mujer ni físico ni psicológico, más allá de que ella provoca al marido como modo de suicidio por persona interpuesta, pero más bien la recuerdo como una bruja manipuladora y chantajista. Lo que sí era, y fue algo adelantado a la época, era una mujer independiente y libre muy alejada de la esposa sumisa y madre abnegada.
ResponderEliminarDicen que Vera inspiró a Rebeca y seguramente fue así. A mí me pareció una novela fantástica, al igual que a ti y las diferencias o semejanzas con Rebeca hacen que ambas obras sean un buen complemento una de otra para conocer situaciones de la mujer que nunca se mencionaban en voz alta.
Un beso.
Me gustaría que la manipulación a alguién, a cualquier tipo de persona, se interpretase siempre como maltrato. Poquito a poco. besos
EliminarHola Senyoreta, la leí el año pasado y ¡me encantó! qué dura es su lectura y cómo consigue implicarte...Yo, como Rosa Berros, tampoco veo que en Rebeca hubiera maltrato a ninguna de las dos... y como comenté en mi reseña, creo que compararlas les hace un flaco favor a ambas. Pues en común tienen una casa con un ambiente lúgubre, una primera esposa muerta y un matrimonio desigual por la edad... pero ya, no hay más similitudes... Bueno eso es lo que yo veo.
ResponderEliminarUn besazo
Sí, quizá se escapa un poco Rebeca, pero a mi me la recordó bastante. Besos
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